Nativo del Paruque Nacional Nahuel Huapi
Es un árbol monoico, caducifolio, frondoso, de hasta 45 m de altura y alcanza 2 m o más de diámetro; el fuste recto y cilíndrico, corteza grisácea, agrietada longitudinalmente.
Hojas caducas, de hasta 5 cm de largo, aovado lanceoladas, margen ondulado con borde finamente aserrado y nervadura muy marcada, toman un intenso color rojizo en otoño.
Precisa suelos fértiles, con humus y buen drenaje, prefiriendo los francos o franco pedregosos. Mantenerlos húmedos.
Ubicación: media sombra.
Riego: Moderado. Se desarrolla muy bien en lugares con abundante precipitación, pero hay que evitar encharcamientos.
Se recomienda realizar una poda de formación en invierno. Al perder las hojas, deben dejarse en el suelo pues lo mejoran.
Nativo del Paruque Nacional Nahuel Huapi
Es un árbol monoico, caducifolio, frondoso, de hasta 45 m de altura y alcanza 2 m o más de diámetro; el fuste recto y cilíndrico, corteza grisácea, agrietada longitudinalmente.
Hojas caducas, de hasta 5 cm de largo, aovado lanceoladas, margen ondulado con borde finamente aserrado y nervadura muy marcada, toman un intenso color rojizo en otoño.
Precisa suelos fértiles, con humus y buen drenaje, prefiriendo los francos o franco pedregosos. Mantenerlos húmedos.
Ubicación: media sombra.
Riego: Moderado. Se desarrolla muy bien en lugares con abundante precipitación, pero hay que evitar encharcamientos.
Se recomienda realizar una poda de formación en invierno. Al perder las hojas, deben dejarse en el suelo pues lo mejoran.